Volver a tocar el piano después de rendirse: mi historia y cómo retomarlo paso a paso
¿Te ha pasado alguna vez que te enamoras de algo —como tocar el piano— pero aun así lo dejas a un lado? A mí sí. Esta es mi historia. Durante un tiempo, me sentí completamente conectada con mi piano. Era mi rincón de escape, mi espacio sagrado. Pero luego... me rendí. Sí, así como suena: me rendí . No es fácil. Me preguntaba: ¿Los pianistas famosos también se habrán sentido así alguna vez? ¿Habrán pensado “esto no es para mí”? Me cuesta imaginar cuántas veces habrán comenzado, abandonado, y vuelto a empezar. ¿Y sabes qué? Quizás lo hicieron. Y quizás por eso llegaron tan lejos. A mí me pasó. Me rendí. Mi hermoso piano ahora está ahí, en una esquina, acumulando polvo. Me duele verlo así, porque me encanta tocar , pero a veces simplemente no encuentro la fuerza para dar ese primer paso. Y es que el paso más difícil no es estudiar teoría, ni practicar escalas. El paso más difícil es sentarme en la banqueta y abrir el piano . Una vez que empiezo, el tiempo vuela. Puedo pasarme hora...
Comentarios
Publicar un comentario